La lluvia hizo qué, lo que normalmente es una de las marchas con más buen rollito y llena de diversión, se convirtiera para muchos en un día lleno de problemas, malas experiencias y mucha dureza física...
El héroe de los nuestros fue Fernando!!
La Ermitanyos era el día perfecto para que cada uno llevara el ritmo que le apeteciera y encontrarnos en Cérvoles para desayunar.
Antonio y yo decidimos quedarnos en la cola de nuestro pelotón y acompañar a Fernando.
Nos quedamos un poco rezagados poniéndonos los chubasqueros y a la entrada del primer sendero lo encontramos...
Se había caído!!
A Fernando no le gustan muchos los senderos y trialeras porque le ponen un poco nervioso, pero no tiene ningún problema en intentar pasarlos. Pero nada más entrar su rueda delantera chocó con un tronco que invadía parte del estrecho paso y fue a dar con "sus huesos al suelo"
Le ayudamos a recoger la bici, salimos hacia el camino y allí pude comprobar que su rueda delantera estaba muy doblada...
- ¿Que quieres hacer Fernando? - Su cara ya me lo dijo todo.
Probé la bici (después de darle alguna que otra "patadita" para que la rueda no tocara en la horquilla) y tras ver que en subida y despacio no oscilaba mucho le dije: - Si no corres, no se nota a penas... -
Era lo que Fernando esperaba oír!! Enseguida respondió: - Pues yo quiero intentarlo!! Me "jodería mucho tenerme que volver nada más empezar"...- Pues no se hable más, Antonio y yo te acompañaremos!!-
Y así fue como los tres ascendimos a la ermita de Cérvoles, sin prisa pero sin pausa.
Bajo la lluvia, algo dolorido por el golpe y con el vaivén de su rueda doblada Fernando sin descansar llegó hasta arriba como un campeón!!!
Esa es la actitud, y ese es el carácter... Así que: Va por ti Fernando!!!
