La verdad es que todas las vivencias que experimentamos nos marcan de un modo u otro.
Cada cosa que nos pasa, cada experiencia, cosas que realizamos… todo nos deja una marca.
Cuando queremos explicar alguna de nuestras vivencia o experiencias a los demás, tenemos tendencia a empezar por un adjetivo y la verdad es que solemos hacerlo usando el primero que nos viene a la cabeza, y que normalmente exagera (si la experiencia ha sido muy fuerte), con el fin de poner mucho énfasis desde el principio y despertar mucha curiosidad a nuestro/os interlocutores.
Yo quería escribir sobre mi experiencia en Menorca después de realizar la “Cavalls de Ferro” y cuando he empezado a escribir me he dado cuenta de que lo iba a hacer por un adjetivo también.
Me he dicho: “bien, es una buena manera de empezar.” Pero no soy una persona muy dada a la exageración, más bien según dicen, uno de mis fallos es ser demasiado racional o realista… Así que cada uno de los adjetivos que se me han ido ocurriendo los he analizado al máximo hasta dar con el que he creído que se
cumple realmente y ahora os explicará porqué.
INOLVIDABLE… (Adjetivo. Que no puede olvidarse).
Algo que no puede olvidarse significa que se recordará siempre, y nuestro cerebro tiene tanto trabajo…
Sea lo que sea, para que esto ocurra, tendrá que ser una experiencia determinada lo suficientemente impactante… y es difícil.
Yo creo que las experiencias inolvidables de verdad lo son por unirse muchos impactos sensoriales a la vez (imágenes, sonidos, olores, emociones…) y durante el suficiente tiempo como para que dejen la huella necesaria…
Pues bien…
Inolvidable para mí serán las caras de emoción que poníamos todos al embarcar hacia Menorca…
Inolvidable para mí serán los rostros de tensión y alegría cuando, nada más desembarcar, nos explicaban la primera ruta…
Inolvidable para mí será el haber presenciado como la amistad iba surgiendo entre la gente del grupo en los primeros kilómetros…
Inolvidable para mí será haber visto como Antonio se retorcía en el suelo, gritando de dolor, después de sufrir varios calambres a la vez en diferentes músculos de su cuerpo, y sin embargo no parar de bromear ni un segundo para que nadie nos preocupáramos más de lo necesario…
Inolvidable para mí será la solidaridad absoluta que ha habido entre todos los miembros del grupo cuando alguno tenía un problema…
Inolvidable para mí será la cara desencajada de Eva cuando no podía más y se le saltaban las lágrimas porque lo que le preocupaba no era ella… sino que el grupo la tuviera que esperar. Y aún así no se quejó ni una vez y acabó el recorrido. También será inolvidable como Ignasi llegaba arriba de las cuestas más duras, dejaba su bici y volvía a bajar para coger la bici de Eva… Todo esto sin que nadie se lo pidiera…
Inolvidable para mí será como Pilar, consciente de sus limitaciones, realizaba los recorridos técnicos (que ella no podía hacer en bici) corriendo para que el grupo la tuviera que esperar lo menos posible… Y al llegar: “Venga, arrancamos”… y ella tampoco se quejó nunca… También será inolvidable como Josep le curaba las heridas a Pilar en cada una de las paradas que podía, porque era consciente del esfuerzo que ella estaba realizando…
O como Mireia se tiraba al suelo sin aliento después de llegar, al límite de sus fuerzas, al final de la ruta, y tras recuperar el aliento se levantaba feliz a abrazar a todo el mundo dándoles la enhorabuena…
Inolvidable para mí será la dureza de algunas de las subidas, y la dificultad de otros tantos descensos, pues he pasado por sitios que con mi nivel actual nunca hubiera creído que era capaz de pasar…
No podré olvidar a Divina… Como se preocupaba por todo y por todos… “La super-mamá del grupo” porque le sobraba tiempo y fuerzas para ser de las primeras siempre…
Ni podré olvidar la fortaleza del resto del grupo… que bikers!!!
Tampoco podré olvidar la increíble belleza de los acantilados y las calas de Menorca y de que estas vistas llegarán en forma de “premio” por haber realizado lo que más nos gusta: montar en bici…
También será inolvidable el haber pedaleado por la arena de una preciosa cala con las olas rompiendo el los radios de la rueda, intentando imaginar que carita tendrá Aitana cuando nazca en noviembre…
Igualmente será inolvidable para mí como nos ha tratado toda la organización de Menorcasport desde el primer día hasta el último…
Y ¿como olvidar a Ruth…? Una campeona de BTT a nivel nacional e internacional que empezó siendo nuestra guía y acabó siendo nuestra amiga…
Y por si todo esto no fuera suficiente para asegurarme el recuerdo… hay algo que creo que para todo el que lo experimente será inolvidable... pedalear entre amigos celebrando que has completado la “Cavalls de Ferro” con la vista del mar, el sonido de las olas rompiendo en la playa y el sol poniéndose a nuestras espaldas sobre la preciosa isla de Menorca…
¿He acertado con el adjetivo?
Va por todos vosotros: Toni, Dolors, Nino, Rosa, Mireia, Divina, Frans, Pilar, Josep, Jordi C., Jordi, Eva, Borja, Marc, Antonio, Lluis, Carlos, Jesús, Ignasi y Ruth…
